Se denomina así a la presencia de cifras de tensión arterial (TA), iguales o mayores a 140/90 que se produce exclusivamente durante el embarazo. Esta patología aparece generalmente después de la semana 20 de embarazo y suele desaparecer 6 semanas posteriores al nacimiento del bebé. Tu obstetra de cabecera te indicará reposo, dieta y modificación del hábito de vida (stress, actividad física, reposo psíquico, etc). Generalmente es controlada sin medicamentos.
Preeclampsia:
Es la presencia de hipertensión asociada a la pérdida de proteínas en la orina y edemas (hinchazón por retención de líquidos en piernas, cara, párpados, manos).
Generalmente se acompaña de otros signos -síntomas como la visión borrosa (ver estrellitas, mosquitas), epigastralgia (dolor en la boca del estómago), náuseas, vómitos, cefalea e hiperreflexia (reflejos aumentados), transtornos en el sensorio (desorientación) y alteraciones en los análisis de sangre y orina.
Todos estos signos son premonitorios de que puede aparecer la eclamsia (ver abajo). Puede llegar a ser peligroso tanto para la madre como para el bebé.
Requiere control estricto (internación en sala común o a veces en terapia intensiva), dieta, reposo y medicamentos antihipertensivos.
Eclampsia:
Se compone de la preeclampsia más la presencia de convulsiones en la madre. Si no se controla... (seguir leyendo el artículo)
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